Ahora os mostraremos nuestro lugar favorito... El abandono más grande y misterioso en el que hemos entrado. Lo hemos visitado innumerables veces desde que lo descubrimos a finales del 2008. La famosa cárcel de Jerez, transitada a diario por jóvenes curiosos, grafiteros y personas sin hogar buscando refugio.
Pero, dado a que os la tenemos que enseñar. Mejor os mostramos las fotos que hicimos una de las veces que la visitamos por la tarde.
La cárcel "La Asunción"
Abrió sus puertas en 1962 acogiendo a todo tipo de personas durante 38 años. En
el año 2000 quedó abandonada a su suerte, ya que acababan de abrir la cárcel de
Puerto 3 y muchos de sus presos fueron trasladándose a ésta. Desde
entonces quedó abierta a todo tipo de destrozos y vandalismo.
Poco quedaba ya de su antiguo mobiliario.
En los años que la estuvimos visitando, pudimos ver como puertas, armarios,
sillones y documentos fueron quedando reducidos a girones.
Esto es lo que nosotros llamamos "La cúpula", el centro de la cárcel. Desde aquí se puede acceder a todas las partes del edificio. La cárcel está dividida por distintas zonas:
Los sitios de las celdas se dividen
por módulos entre ellos uno de aislamiento, hay una enfermería, dos patios
interiores, baños, la zona de visitas, el comedor, la cocina y el edificio
principal, que es la fachada... donde vivían los altos cargos de la cárcel.
Éste es el módulo de celdas que nos
encontramos. Su estilo es diferente al resto de módulos que hay en la cárcel.
Uno de los días que investigamos la
cárcel por la noche, entró un grupo de gamberros armando escándalo con palos en
las manos. Corriendo, subimos las escaleras y nos escondimos en una de estas
habitaciones. El grupo estuvo a punto de subir, pero decidieron marcharse. Nos
asustamos un poco, pero fue divertido.
Ahora nos dirigimos a uno de los
patios. Éste lleva a varias habitaciones donde parecían dar clases y a los
siguientes módulos de celdas.
Había dos cestas para jugar al
baloncesto y unos lavabos, a parte de las aulas. Lo bueno que tiene este
abandono, es que no te cuesta nada imaginarte el edificio en sus días de
funcionamiento.
Ahora nos encaminamos hacia las
escaleras que llevan al primer pasillo de celdas.
Este pasillo es el más
impresionante de la cárcel... a mí me encanta, sobre todo de noche. Aunque
parezca mentira, había personas sin hogar que iban a dormir en las celdas de
algunos de estos pasillos... Por lo visto aquí se sentían más seguros que en
las calles de la ciudad.
Atravesando un estrecho pasillo, accedemos a otro módulo de celdas. Es prácticamente idéntico al anterior.
Retrocedemos nuestros pasos para
terminar de enseñaros la parte izquierda de la prisión, en mi opinión la más
peligrosa; la enfermería. Aquí se encuentran las salas donde los presos eran
examinados y atendidos. Todos los medicamentos y la mayor parte de los informes
sobre el seguimiento de las enfermedades que padecía cada paciente, están
desperdigados por el suelo.
Allí se respiraba un aire
asfixiante que nos hacía estornudar y toser y con frecuencia producía picor en
los ojos, sin duda debido a los diferentes medicamentos derramados por el
suelo. No podíamos permanecer mucho tiempo por allí.
Después de ver la enfermería,
ponemos rumbo hacia los módulos 4 y 5, situados a la parte derecha de la
cárcel, sobre el comedor y la cocina.
La pared que hay junto a la entrada
del módulo 5 impresiona... sobre todo por la noche. En la foto se pueden ver
manos blancas ocupando toda la pared. Alguien se entretuvo bastante haciendo
este dibujo.
Este libro, lo encontramos sobre la
mesa de una de las habitaciones. Tenía un mensaje escrito a lápiz, medio
borrado y en el reverso del libro, estaban escritos los datos del preso, con su
dirección, teléfono y DNI. Por ese motivo no publicaremos la segunda foto.
Ahora os mostraremos las salas que
quedan en la parte derecha de la cárcel, y también el último módulo, el módulo
1.
Parecía que querían proteger de los
destrozos aquella zona de la cárcel, ya que todas las puertas principales
estaban cerradas a cal y canto. Si alguien no hubiera hecho ese agujero en la
pared no se podría acceder.
Aquellos edificios principales se parecían a los edificios de una comunidad de vecinos. Algunos conservaban las camas y electrodomésticos. Incluso, tenían los nombres de los dueños grabados en las placas de las puertas.
Llegamos a la parte más alta, donde
todo se abría a una terraza que dejaba ver la cárcel.
Espero que os haya gustado el
reportaje. Gracias por vuestro tiempo.