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miércoles, 22 de abril de 2009

La casa salinera Dolores

La carretera (San Fernando - Cádiz) y las vías del tren separan la casa salinera del molino de agua. Por tanto, es preferible ir a cada una por diferentes caminos, si se va a ir andando, ya que no hay forma de cruzar las vías ni la carretera. Hay rutas para llegar a cada sitio en Internet.


La primera vez fuimos por la noche. Era un día muy frío y con fuerte temporal. La instancia oscura y tétrica nos imponía bastante. Las hojas de las palmeras chocaban unas contra otras haciendo un ruido que envolvía toda la casa. Daba una gran sensación de inseguridad no poder oír con claridad lo que pudiera haber en el interior de la casa.


Sin embargo, el paisaje cambió mucho cuando volvimos una tarde calurosa de septiembre. Lo que antes parecía el escenario de una película de terror, se convirtió en un lugar hogareño, que inspiraba tranquilidad y nos resultaba muy agradable estar allí.


Suele pasar que los lugares con más belleza durante el día, suelen convertirse en los lugares más tétricos e imponentes de noche. Lo hemos experimentado varias veces cuando vamos de exploración.


Entramos al patio interior. En éste había varias puertas que llevaban a diferentes lugares de la casa.


La primera habitación a la derecha, daba paso a otras dos. En una de ellas había una especie estantes colocados en la pared. Posiblemente sería el lugar que usaban de almacén. Había también una puerta que daba al piso de arriba, pero no había ningún lugar por donde subir.



Estaba claro que, en esta zona, del suelo del piso de arriba no quedaban ni los escombros. Algo que nos pareció curioso, ya que, cuando el techo de una casa se derrumba, solemos encontrarlo todo en el piso de abajo.


Ahora nos adentramos en la habitación más grande de la casa. No sabemos que uso podía haber tenido, pero, por los bebederos que había a ambos lados, seguramente sería para el ganado.


Salimos a la parte de atrás encontrándonos con más bebederos y unas caballerizas.


Ésta era la parte más deteriorada de la casa... estaba prácticamente en ruinas. Solo quedaba una habitación en pie.


Estaba empezando a anochecer y empezamos a ver ratas correteando por la parte trasera y removiendo los arbustos. Había muchas...



Le fuimos dando un rodeo a la casa hasta llegar de nuevo al patio principal, para ver las habitaciones que nos quedaban.


Había muchas habitaciones... más de las que recordábamos haber visto la vez anterior.


Si la anterior parte de la casa parecía estar destinada a almacenes y ganado, ésta era, sin duda, la destinada a la vivienda.



La oscuridad ya invadía la instancia... y eso significaba que era hora de coger el tren...


Una magnífica luna llena, nos regaló una  iluminación azulada que nos acompañó por el camino de vuelta.



He leído por Internet que el Ayuntamiento piensa restaurarla... esperemos que sea cierto. Aquí nos despedimos de la Casa Salinera Dolores. Esperamos que os haya gustado.
Aquí os dejamos el vídeo del reportaje:



Artículo actualizado el 28 de Noviembre del 2024.